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04 enero 2011

El ajedrez y yo



fabadiabadenas_ajedrez
Toda nuestra vida se mueve en torno a un tablero de ajedrez. En el trabajo, en la familia, con los amigos, en la sociedad. En cada uno de esos ámbitos, aunque no lo percibamos estamos jugando una particular partida de ajedrez.

Sé que todos adquirimos un rol diferente en función del contexto en el que nos movemos. Somos padres y a la vez hijos. Podemos ser profesores a la vez que alumnos. Y somos mandatarios a la vez que subordinados. 

Sin embargo y aún con todo lo anterior, en ocasiones y dentro de un contexto determinado, podemos desempeñar "n" roles diferentes. Volviendo al símil ajedrecístico, quizás el tipo de partida en la que más tiempo pasamos y en la que más nos jugamos sea la laboral.

Por eso, al igual que a Dino le confundía la noche. A mí, a veces me confunde la estrategia que se me aplica. ¿Qué soy?. O mejor dicho, ¿qué piensan que soy?.

¿Acaso sea un Peón que cuando empieza la partida es el elegido para abrir filas?, ¿aquel que siempre se mueve hacia adelante y que nunca puede retroceder?. ¿Un Caballo que dominado por su jinete realiza un movimiento en forma de "L" para atacar a la vez a varias piezas enemigas?.

¿O quizás, un Alfil al que se utiliza cuando el camino por el que se mueve ha sido abierto por otros?. ¿O tal vez, una Torre que sólo tiene como alternativa no salirse de la línea recta y defender a capa y espada a su amado rey, enrocándose?.

No me planteo la opción de ser Reina, pues mi condición masculina me lo impide. Ni tampoco la posibilidad de ser Rey. Eso es para otros. Además hay que valer...


Es cierto que el ajedrez es el paradigma de juego, en donde mejor se refleja el concepto de estrategia. Toda la información está en el tablero. Sus reglas son inquebrantables. Un juego en el que cada uno ocupa su posición con un fin claro: ganar al contrario.

Todos estamos preparados ante las embestidas y estrategias del contrario. Aceptamos las derrotas cuando son infringidas con elegancia y maestría. Cuando el que tenemos enfrente -persona o situación-, es superior a nosotros.

Cuando eso sucede, el Peón cae con hombría. El Caballo lucha hasta la extenuación. El Alfil -cual elefante- embiste a los contrarios sin desfallecer, y la Torre pierde su verticalidad cuando es comida. 

Para todo eso estamos preparados, concienzados. Pero a veces las derrotas o las desilusiones no las provoca el enemigo. Es en esos casos cuando el concepto de "chasco" toma forma y acaba por doblegarte, haciendote desistir de tus propósitos.


Buena Cortesía

24 octubre 2010

Gestión de colas

Gestión de colas

No!. No voy a hablar de eso que estáis pensando. Tal vez en otra ocasión. Esta semana han sido muchas las ocasiones en las que me ha tocado esperar. Unas veces sólo conmigo mismo, y otras en grupo, formando lo que todos conocemos como "cola". ¡Estoy harto!. Harto de esperar, harto de llegar a una línea de 20 cajas en las que sólo se presta servicio en tres y harto de hacerme perder mi bien más preciado, porque mi tiempo es oro.

1ª Ley de Harper:
"No importa en qué cola se sitúe: la otra siempre avanzará más rápido"
2ª Ley de Harper:
"Y si se cambia de cola, aquélla en que estaba al principio empezará a ir más deprisa..."

Siempre que los flujos de entrada y de salida en un punto de un sistema no están perfectamente sincronizados se producen esperas. Lo más normal es que no exista esa sincronización y que, por tanto, los fenómenos de espera se produzcan muy a menudo tanto en la vida cotidiana como en los sistemas productivos de bienes y servicios.

La “Teoría de colas”, pretende obtener la optimización de sistemas en que interactúan dos procesos normalmente aleatorios: un proceso de “llegada de clientes” y un proceso de “servicio a los clientes”, en los que existen fenómenos de “acumulación de clientes en espera del servicio”, y donde existen reglas definidas (prioridades) para la “prestación del servicio”.

Las colas constituyen un alto coste, asociándose tanto a las unidades que prestan el servicio, como al que se produce por la espera de los clientes. La teoría dice que cuando los clientes o unidades que acuden al canal o a los canales de servicio -cajas-, son externos al sistema -empresa-, puede que su tiempo de estancia en el sistema no represente un coste directamente para la empresa o, muchas veces, que sí lo represente pero resulte muy difícil de cuantificar.

En un entorno de competencia, las esperas que se provocan a los clientes de una empresa, pueden hacerles decidir cambiar de proveedor, produciéndose una perdida de clientes. Obviamente, esta pérdida de clientes representaría objetivamente un coste, aunque sea difícil de estimar. En cambio, si no hay competencia y los clientes son externos a la empresa, puede que el coste de su tiempo de estancia en el sistema lo asuman las unidades que desean recibir el servicio, pero en todo caso disminuirá el “valor neto” del servicio recibido por el cliente y, por tanto, el precio máximo que estará dispuesto a pagar por él.

¿Y?, ¿dónde está la competencia?. Vayas donde vayas, te toca esperar. Yo preferiría, que no hubiese tanta publicidad, ni tanta oferta y que para estos casos, las "colìcas" fuesen más pequeñas...

Buena Cortesía

09 noviembre 2009

Soltar Lastre

¡Que llegue diciembre!, ¡que llegue diciembre!.
¡Uff!, me siento como Carl en la película UP. Deseo encarecidamente que noviembre se consuma, se esfume.
Es curioso, mi vida -no sé si es una tómbola- es un toma y daca de símiles, metáforas y aforismos. Hoy toca hablar de globos.
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Hará un par de años, asistí a un curso para formarme en técnicas para la "Gestión de la Calidad". Trataba sobre la importancia de los procesos, su identificación, su implantación, su gestión y su control.
En una de las sesiones, -no recuerdo muy bien cuál fue el qué del asunto- el profesor puso el ejemplo de un globo.
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Como si de un mimo se tratará, nos mostró cómo con su mano izquierda cogía un globo por su nudo, y cómo con la mano derecha, empezaba a apretar.
Todos nos imaginamos como se aplastaba el globo por el lado que apretaba, y cómo se hinchaba la parte del globo que no apretaba.
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A continuación, cambió de mano e hizo la misma operación. Si oprimía por un lado, el globo se hinchaba por el otro.
Hasta que de pronto, hizo un gesto de fuerza y apretando contra su pecho, el ficticio globo explotó. El ponente simuló el estallido, saltando verticalmente sobre sí mismo.
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La lección que nos quiso transmitir fué, que todo "sistema" debe estar o al menos debe tender, hacia el equilibrio.
Es decir, no es bueno "apretar" la zona del globo en dónde reside la calidad de mis productos, para que aumente la zona del globo en donde se encuentra mi Beneficio. O, no es bueno tampoco oprimir los recursos de que disponemos, para maximizar resultados.
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Si lo llevamos a la parcela de lo personal, el símil sirve igualmente. Si nos dedicamos íntegramente al trabajo, -workaholic- puede que nuestra vida familiar.... explote. A la inversa, puede ser peor.
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Por tanto, -durante éste duro mes-, voy a intentar no apretar en demasía. Que todo el aire de mi globo, esté lo más equilibrado posible.
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Voy a utilizar otro término "globístico". Para conseguir un rápido ascenso que me permita llegar pronto a Diciembre, voy a tener que "soltar lastre". Quitarme peso. Quizás de ésta manera, consiga no apretar demasiado esa parte de mi globo y llegue vivo...
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Amigos, éste mes no os voy a poder atender todo lo bien que os merecéis. Así que, no me lo tengáis en cuenta. Diciembre está a la vuelta de la esquina.
¡Ya está!, ¡ay!, !qué peso me he quitado de encima!.
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Buena Cortesía

17 junio 2009

Un día cualquiera

Un trabajador de "a pie", desata sus instintos violentos y autodestructivos contra una sociedad grupal y parlamentaria, -sinónimos de reunión: (aglomeración, aglutinamiento, agrupación, agrupamiento, concentración, concurrencia, unión, asamblea, asociación, comité, concilio, congregación, corporación, grupo, junta, sociedad, liga, multitud, panda, peña, banda, bandada, camarilla, clan, colectividad, comunidad, conjunto, corro, cuadrilla, facción, lapso, legislatura, plazo, sesión, tiempo, conferencia, conversación, diálogo encuentro, entrevista, interviú, audiencia, cita, baile, fiesta, guateque)-, todo a raiz de un día de lo más estresante. Zaragoza: en la mañana del día más caluroso del año, en la salas de reuniones el aire acondicionado no funciona. Soportar la terrible presión de las reuniones, puede provocar la ira de cualquier trabajador.
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Pero Bill Foster está dispuesto a vengarse. Foster sólo intenta trabajar, pero en vez de eso se dirige hacia una pesadilla en forma de "reuniones" y viajes entre plantas de un edificio. Es un hombre ordinario en guerra, con las frustraciones de cada día.
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9:00 a.m. Reunión planta 1, edificio CEA. Objeto: reunión de seguimiento PEI.
10:30 a.m. Fin de reunión. Resultado: se aprueba que el próximo día 24 de junio se celebre otra reunión.
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11:00 a.m. Reunión sala pequeña, planta 11, edificio CEA. Objeto: Análisis de situación de volcado de contenidos web. Definición de "Editor", "Publicador".
11:30 a.m. Fin de reunión. Resultado: Trasladar lo allí tratado a la persona que no ha asistido a la reunión. Próxima reunión: Por definir.
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12:00 p.m. Reunión sala pequeña, planta 11, edificio CEA. Objeto: Preparación de la reunión a celebrar a las 13:30 p.m.
13:30 p.m. Fin de reunión. Resultado: Se aclara el contenido sobre el que va a versar la reunión de las 13:30 p.m.
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13:30 p.m. Reunión despacho grande, planta 3, edificio CEA. Objeto: Preparación de la reunión a celebrar el próximo jueves 18, 10:30 a.m., en sala pequeña, planta 3, edificio CEA.
15:30 p.m. Fin de reunión. Resultado: Los niveles de Hipoglucemia están bajos. Se decide mantener una reunión mañana jueves 18, previa a la de las 10:30 a.m.
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Buena Cortesía
Adpatado de la sinopsis de la película Falling Down.

05 mayo 2009

Naufrago 2.0

No dispongo de más bengalas. Las cerillas con las que prendía el fuego para ser visto, se me han acabado. El don más preciado del hombre, -la palabra-, resulta infructuosa. Esta, me es devuelta por la fuerza del viento que sopla en mi contra.
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Me encuentro en una isla repleta, pero a la vez desierta. Me siento náufrago en medio de un océano atiborrado de tráfico marítimo en el que cada barco sigue su rumbo a toda máquina.
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Me esfuerzo en mover mis brazos, grito todo lo que puedo, pero sigo sin ser divisado. Me siento un "Robinsón Crusoe", al que los asiduos de ésta playa tan exótica y repleta de turistas esquivan, sin entender lo que digo o pensando que estoy loco.
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Ni los barcos, ni sus tripulantes, ni los turistas, me devuelven lo que les demando. Sólo pido una respuesta. La respuesta a la pregunta que les formulo. No espero de ellos la respuesta que dé solución a todos mis problemas.
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Sólo les pido que me correspondan. Que la ilusión y el empeño con el que escribo mi mensaje, sea al menos compensado con un "sí", un "no", o al menos con un "gracias".
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En ésta época, tan distinta a la de Robinson Crusoe, en la que la existencia del correo electrónico, el teléfono o el simple y sano ejercicio de "conversar", están al alcance de todos, no me queda otra que arrojar una botella al mar...
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Con la confianza de que mi mensaje llegue a buen puerto, pongo toda mi esperanza en que alguien lo lea y me venga a rescatar. Esa, será la prueba de que mi ilusión, al menos es correspondida.
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Buena Cortesía

17 febrero 2009

¡Primero lo Primero!

En el libro de Stephen R. Covey, "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva", en uno de sus capítulos, aborda la importancia de administrar el tiempo, diferenciando entre lo que es "importante" y lo que es "urgente". El lo denomina como... "primero lo primero".

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En función del peso que asignemos a las variables "importante" y "urgente", obtenemos una matriz, que Steph denomina como "Matriz de la adminsitración del tiempo":

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Esto provoca que, según la importancia y urgencia que otorguemos a nuestras actividades viviremos, perteneceremos, o peor aún, seremos fagocitados por uno de los cuatro cuadrantes.

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Cuadrante I: Estrés, Agotamiento, Siempre apagando incendios, Administración de crisis.

Cuadrante III: Concentración en los plazos cortos, Administración de Crisis, Se siente impotente, Excluido del control, Relaciones muy frágiles o rotas.

Cuadrante IV: Total irresponsabilidad, Despido de los empleados, Dependiendo de otros.

Cuadrante II: Visión, Perspectiva, Equilibrio, Disciplina, Control, Poca Crisis.

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Como comprenderéis, "io" quiero ser del Cuadrante II. Necesitamos una herramienta que nos anime y ayude a dedicar al Cuadrante II el tiempo necesario. Como bien sabéis el día tiene 24 horas, pero la semana tiene algo más. Unas 118 horas, "que ya me va bien".

Steph, recomienda que escribamos primero nuestros "roles" clave, como por ejemplo los de "Esposo, Padre de familia, Trabajador, Alumno, Profesor, blogger, autodidacta, etc".

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El siguiente paso consiste en pensar dos o tres resultados importantes que que queremos lograr en cada rol, durante los siete días siguientes.

Y por último, debemos realizar una Programación temporal. Podemos considerar la semana que tenemos ante nosotros, con nuestros objetivos en la mente y programar el tiempo para alcanzarlas.

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Para "predicar con el ejemplo", ésta es mi semana, -algunos roles me lo guardo-:

- Blogger: Escribir 2 post. El primero és éste.

- Autodidacta: configuración web encargada.

- Alumno: Clase de Inglés y tema 3 del curso de Project Mangement.

- Lector: Terminar libro "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva".

- Eventos: Jueves, asistencia al Update de Infonomía.

- Otras cosas: Lunes y miércoles de 18:30 a 20:00, reservado.

Probádlo, igual nos va mejor.

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Buena Cortesía

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18 marzo 2008

Compro Oro, digo.... tiempo

Harto difícil me está resultando explicarle a mi hijo menor, las diferencias existentes entre los "espacios temporales", a los que tan acostumbrados estamos.
-¿Hoy es fiesta?-, me pregunta cuando lo llevo a casa una vez que ha finalizado el colegio.
Conceptos como "hoy", "ayer" o "mañana", son palabras sin sentido, que las conjuga como le viene en gana.

Yo sin embargo, me siento como un D. Quijote de la Mancha frente a ese gigante, que en forma de tiempo intento vencer.

Marco tiempos, me defino actividades, sustraigo horas al sueño, a la televisión, a la pereza. Pero como a D. Quijote, las aspas del molino, -en mi caso del tiempo- me devuelven a la realidad.

Dalí lo reflejo con su característico estilo, en su cuadro "La persistencia de la Memoria", en dónde representaba a la memoria y al tiempo, como si de un Queso Camembert se tratara.

Me viene a la cabeza el libro, “El vendedor de Tiempo” de Fernando Trías de Bes, en el que se fabula sobre la posibilidad de la compra de tiempo.
¿La conclusión?. Toda la sociedad queda paralizada por su consumo. Un bien escaso, caro y sobre todo no almacenable ni retornable.

Como bien se sabe “El tiempo es oro”, y éste último está cotizando en sus máximos históricos. Tenemos por delante, ésta semana 4 lingotes de oro, "la Semana Santa".

Aprovechémoslo lo máximo posible. Eso o por favor, que alguien me venda 30 gr de tiempo. ¿Sabéis si Ebay, lo ofrece entre sus productos?

Buena Cortesía