Libro: Como rebelarse en la empresa (370)

 

Uno de los problemas más comunes del mundo laboral es el clima impersonal que redunda en la falta de confianza entre empleadores y empleados; un entorno frío y encorsetado, plagado de rígidas normas y jerarquías que impide que el trabajador explote su talento. En éste libro, se ofrecen algunas pistas de como superarlo.

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En el apartado “La hora del solista”, los autores nos dicen que si realmente se tienen ganas de demostrar que uno se toma en serio su carrera, se debe dar el paso crítico de reconocer al mayor obstáculo del camino: La gente.

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A modo de guía, -Jonathan Littman y Marc Hershon- nos ofrecen una serie de consejos con los que salvar a dichos obstáculos. En el post de hoy me limitaré sólo a dar las pistas necesarias con las que reconocer a esos obstáculos, o a los diez menos buscados, como ellos les llaman. Aquellos que más ofenden y más rencor pueden crear: los navajas, los bulldozers, los minutos y el resto. Este es el menú. Bon apetit.

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Menú “LOS DIEZ MENOS BUSCADOS”

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1. Stops

ESTEREOTIPO: Antiguo ejecutivo de la Kodak: “Las cámaras digitales no triunfarán”

PSICOINSTANTANEA: “Cargado de temores. Se mueve por detalles. Tras el miedo, está su propia incertidumbre”. “Criticar, reprobar y quejarse puede hacerlo cualquier tonto... y la mayoría de los tontos lo hacen.” Benjamin Franklin.

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2. Engañabobos

ESTEREOTIPO: Elegante pero algo informal en su manera de vestir. Va y viene del despacho con la vaga excusa de ir a ver clientes, asistir a ferias y trabajar fuera de la oficina.

PSICOINSTANTANEA: Manipulador. Frecuentemente maquiavélico. Consigue que los otros se lo pongan en bandeja. Le gusta caer bien. Experto en identificar a los que le harán caso.

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3. Bulldozer

ESTEREOTIPO: Tony Soprano en Los Soprano. Mejor una mala decisión que la indecisión.

PSICOINSTANTANEA: Mecanismo de defensa. Él también ha sido víctima de algún bulldozer. Dominante. Con tendencia a dar golpes en la mesa. Crea una dependencia rencorosa.

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4. El sonrisitas

ESTEREOTIPO: Políticos, directores de oficina, empleados de banca y calaveras.

PSICOINSTANTANEA: Conducta encaminada a evitar el dolor, la tristeza y la angustia. No se mojan.

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5. El mentirosillo

ESTREOTIPO: Mentiroso patológico. Mentir es algo endémico.

PSICOINSTANTANEA: Inseguro y desorientado. Incapaz de ser sincero por falta de confianza. Quiere caer bien. Se esconde detrás de las mentiras para sentirse seguro.

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6. El navaja

ESTEREOTIPO: Judas

PSICOANALISTA: Rencoroso. Vengativo. Infantil. El estrés lo hace pasar de salvador a perseguidor.

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7. El minutos

ESTEROTIPO: El teniente Colombo. No quiero molestarle, pero aún me queda una pregunta

PSICOINSTANTANEA: Obseso del control. Problemas de confianza. Nunca delega.

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8. El sabelonada

ESTEREOTIPO: No sabe distinguir entre verdad y mentira

PSICOINSTANTANEA: Compulsión por la amistad y las relaciones. Conflictos con la gente que quiere trabajar.

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9. El hoja de cálculo

ESTEROTIPO: Para mí un cappuccino doble, medio descafeinado, con leche desnatada y la espuma justa para ser estéticamente agradable pero sin dejarme bigote.

PSICOINSTANTANEA: Obsesivo. Con pánico a perder el control. Aprendió que si se iba le daban una bofetada. Puede que lo confunda no controlar las cosas. Puede que lo abandonasen sus padres.

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10. El oveja

ESTREOTIPO: Les encantan las reuniones

PSICOINSTANTANEA: Padres dominantes. Ha aprendido a obedecer sin preguntas. Evita tomar decisiones.

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Platos combinados. Descubrirás que una de las peores amenazas la constituye los infractores múltiples, personas que combinan dos o más arquetipos. Navaja y Bulldozer, o la sonrisas/stop. Lidiar con los diez menos buscados es un viaje que dura toda la vida.

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Fuera de mi plato.

Por último, recomiendan algunos trucos con los que rechazar a todos esos que asfixian nuestro tiempo y energía. Son sólo tres: Delegar, Demorar o Denegar.

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Delegar: Entregar el bastón de mando a una persona de confianza.

Demorar: Alcanzar un equilibrio ente el tiempo o atención que exige alguien y tu necesidad de cordura. Una táctica magnífica para desacelerar a los clientes que piden que se resuelva algo en un solo día es ésta: coger el teléfono. No es una conversación que pueda hacerse por mail, porque le dice al cliente que está hasta al cuello de trabajo, dándole tiempo al cliente para que lo asimile. Esa pequeña pausa, pone la base para el colofón: “intentaré tenerlo resuelto para el miércoles”. Es decir, se trata de crear una expectativa razonable. Lo más probable es que la respuesta dada mejore el plazo que el individuo se había impuesto antes de hablar con el cliente.. y así todos tan contentos.

Denegar: la más eficaz. No hay nada que pueda hacer callar a alguien más deprisa que una negativa rotunda.

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Buena Cortesía