23 enero 2011

Píldora 3. Conceptos clave para la gestión de la innovación

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La píldora de hoy, nos familiarizará con el vocabulario y los conceptos clave que se necesitan para gestionar con éxito el proceso de innovación. A continuación, se listan y describen, de manera sucinta y sencilla, estos conceptos:
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Invención: solución técnica a un problema técnico que tiene cierto potencial comercial. Es sinónimo de idea. No necesariamente realizada de forma concreta en servicios y productos.
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Innovación: es la aplicación comercial de una idea. Innovar es convertir en productos, servicios o procesos nuevos o mejorados que el mercado valora. Es un hecho fundamentalmente económico que crea riqueza y tiene fuertes implicaciones sociales. Para los economistas el término innovación, especialmente en el sector salud, engloba todo el proceso –desde la idea a la implementación– de nuevos productos, servicios, procesos, prácticas y políticas.
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Valorización: es llevar una idea, o proyecto de investigación, a una fase más avanzada, incrementando su valor potencial comercial. También puede referirse a aportar más conocimiento para mostrar el valor añadido de una tecnología para la sociedad.
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Transferencia de tecnología: el significado de este concepto depende del entorno donde se lleva a cabo cogiendo una u otra orientación. En términos generales se entiende por transferencia de tecnología el proceso por el cual se transfiere la oferta científico-técnica de una institución a otra. En el caso de las universidades, y según la American Association of University Technology Managers (AUTM), se trata de «una transferencia formal de descubrimientos e innovaciones que provienen de la investigación científica llevada a cabo por las universidades e instituciones sin ánimo de lucro al sector comercial para un beneficio público». Es decir, es el proceso por el cual se transfiere la oferta científico-técnica universitaria o de centros de investigación, al sector productivo.
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Protección intelectual/industrial: existen diferentes modalidades: Propiedad intelectual/derechos de autor (copyright): la propiedad intelectual de una obra científica corresponde al autor por el solo hecho de su creación. Si se publica, ya existe protección; en caso contrario puede inscribirse (de forma voluntaria) la invención en el Registro de la Propiedad Intelectual con el objeto de disponer de una prueba de autoría.
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Patente: es un título de propiedad otorgado por un estado, que concede al inventor/autor/proveedor un monopolio temporal de la explotación del producto o proceso. La duración de la patente es de veinte años a partir de su solicitud. Como contrapartida, la patente se pone a disposición del público para generar conocimiento.
Las patentes surgieron como una de las iniciativas para promover la innovación. Es importante patentar porque es el único activo que el capital riesgo puede valorar para decidir la inversión en fases iniciales.
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Modelo de utilidad: protege invenciones de menor rango inventivo que las patentes. La duración del monopolio es de diez años. Diseño industrial (modelo industrial o dibujo industrial): protege una forma o apariencia externa de un objeto. Tiene una duración de diez años y existe en algunos países como en España.
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Marca: protege los signos distintivos (nombre, logotipo...). Una marca es todo signo susceptible de representación gráfica que sirve para distinguir en el mercado los productos o servicios de una empresa de las otras.
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Secreto industrial (know-how): protege conocimientos técnicos (p. ej., optimización de procesos, productos difíciles de imitar como perfumes, cerámicas, cepas de microorganismos…).
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OTRI (Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación): las OTRI son las estructuras de interfase que tienen encomendada la tarea de dinamizar las relaciones entre el mundo científico universitario y el de la empresa para el aprovechamiento por parte de ésta de las capacidades de I+D y los resultados de la actividad investigadora universitaria. Su creación en España, estuvo impulsada por la Secretaría General del Plan Nacional de I+D, con la puesta en marcha del primer Plan Nacional de I+D a finales de 1988, en el que las OTRI asumían el papel movilizador que el Plan Nacional necesitaba para integrar la industria en una dinámica innovadora. Las OTRI suelen pertenecer a universidades, pero también pueden ser fundaciones asociadas a hospitales o a centros de investigación.
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Comercialización: es el proceso que se lleva a cabo dentro de una compañía para introducir un nuevo producto en el mercado.
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Business angels: son inversores privados acostumbrados a invertir en proyectos de riesgo. A veces, esta inversión puede ser en forma de conocimiento o experiencia en la creación y desarrollo de compañías, por lo que no siempre se trata de una inversión monetaria. Suelen aportar cantidades de dinero más modestas que el capital riesgo.
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Capital semilla o capital concepto: se refiere a una inversión que se encuentra generalmente por debajo de los 0,5 millones de euros.
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Capital riesgo: suele tratarse de inversiones por encima de los 0,5 millones de euros. Se invierte en una compañía a cambio de su participación en la misma. El objetivo es ayudar al crecimiento de la compañía, para vender posteriormente su participación y rentabilizar la inversión.
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Licencia: contrato por el cual se cede parte de los derechos de explotación de una patente, producto, a terceros. De esta manera se rentabiliza la idea a través del cobro de royalties. Por ejemplo, cedemos los derechos a una empresa biotecnológica sobre nuestra patente para que desarrolle el producto y lo comercialice.
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Intraemprendedor sanitario: profesional capaz de crear una empresa desde dentro de la organización en la que trabaja, compartiendo riesgos y beneficios con ésta.
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Spin-off: nueva empresa surgida del ámbito universitario, centros de investigación u hospitales. Inicialmente no dispone de productos para la venta, debe conseguir capital inversor, principalmente a través de promesas y esperanzas, y el centro donde se ha desarrollado la idea suele ser la propietaria de los derechos de desarrollo de la invención, aunque pueden existir variaciones.
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Spin-out: nueva empresa surgida de empresas ya existentes a través de la escisión de nuevas líneas de negocio; en ocasiones se buscan inversores externos a la empresa para poder hacerla realidad.
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Start-up: nueva empresa surgida de la actividad propiamente emprendedora, es decir, el inventor es el que crea la empresa.
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Buena Cortesía
Desarrollo de un sistema de conocimiento compartido para la evaluación en red de la innovación tecnológica en medicina. Informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. 2007/15

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