En un pequeño pueblo de la costa mejicana, un norteamericano ve a un pescador a punto de dormir la siesta, y le pregunta:
-¿Por qué no pesca más?
-¿Por qué no pesca más?
El mejicano le responde que su pesca cotidiana le basta para satisfacer las necesidades de su familia.
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El norteamericano le pregunta entonces:
- ¿Qué hace el resto del tiempo?
- Me levanto tarde, juego con mis hijos, pesco un poco, duermo la siesta con mi mujer y por la tarde voy a ver a mis amigos. Bebemos vino y tocamos la guitarra. Tengo una vida muy llena.
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El norteamericano lo interrumpe:
- Siga mi consejo: empiece por pescar más rato. Con los beneficios se podrá comprar un barco, podrá abrir su propia fábrica y abandonar su pueblo en Méjico para vivir en Nueva York, desde donde podrá dirigir sus negocios.
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- ¿Y después? - le pregunta el mejicano.
- Después - contesta el otro -, puede hacer que su sociedad cotice en Bolsa y ganar millones.
- ¡Millones! Pero ¿y después? - insiste el pescador.
- Después, podrá retirarse, vivir en un pequeño pueblo de la costa con sus hijos, pescar un poco, dormir la siesta con su mujer, pasar las veladas bebiendo y tocando la guitarra con su amigos.
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Pues eso, para pensar...
Buena Cortesía
2 comentarios:
Ese tipo de cosas nos deberia hacer reflexionar un poco sobre la viad ajetreada que llevamos, total ¿para que tanto esfuerzo? para acabar en un pueblecito descansando
Coincido contigo. Lo escrito es un extracto del libro "Menos es más", del cuál, hablaré en breve.
No todo se consigue a base de crecimiento. El autor defiende también el valor del "decrecimiento".
Buena Cortesía
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