Nostalgia

Hoy he terminado por éste año, mis clases de Inglés. He coincidido con nuevos y jóvenes compañeros. Se estaban preparando para el "Trinity Exam". La ilusión y las "ganas de hacer", emanaban por los poros de su piel.

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Del semblante de sus caras, he deducido que su edad rondaría los quince o dieciseis años. Sus intervenciones iban acompañadas de espontaneidad, sinceridad y algo de ingenuidad, probablemente exentas de prejuicios.

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Al oirlos me sentía como un extraterrestre, de otra generación, de un tiempo pasado, alejado de sus pensamientos, de sus argumentos, de sus ideales.

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El consumismo, la energía nuclear, o el papel que debería tomar las asignaturas técnicas en detrimento de las asignaturas de letras como la literatura, la historia o la filosofía, han sido los temas que con suma atención les he ido escuchando. Me producía una "sana envidia" la frescura con la que se expresaban, su conocimiento del inglés y sobre todo su actitud.

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En ese punto, -la validez de las asignaturas de letras-, he abandonado mi nave extraterrestre y he retrocedido a mi pasado, a mi juventud. A su edad, mis ideas iban en esa dirección. No quería saber nada de la literatura ni de la filosofía, las veía inútiles para la vida que creía iba a realizar. Quería ser práctico.

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No lo he podido evitar. Les he dicho que a su edad opinaba igual que ellos, pero que en el transcurso de los años, mi óptica ha cambiado. El resultado, a la vista del gesto de sus caras no ha sido muy productivo. Desconozco si ha sido por mi bajo nivel de inglés, o simplemente porque les haya parecido un argumento Kafkiano.

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¿Aplicar conocimientos técnicos?. ¿Dónde?, ¿cómo?. A lo largo de mi vida profesional no habré dedicado mas de un 10% de mi actividad a aplicar los conocimientos teóricos que adquirí. Quizás si hubiera trabajado en la NASA, o en alguna multinacional lo podría haber realizado. Diseñar, construir, fabricar, investigar..., esas parecían que eran las laborales a hacer por un Ingeniero.

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Siempre he trabajado en pequeñas y medianas empresas, en el que el 90 o 99% de mi tiempo, lo he dedicado a tratar con gente, a entender sus problemas, a ponerme en su lugar, a que ellos se pusieran en el mío. Temas y aspectos que no logro recordar si aparecían en el temario de Electrotecnia o de Teoría de Circuitos.

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Frases como, "no me cuentes películas", "no hay tiempo" o "Déjate de hacer. Hay que entregarlo así, si no no salen las cuentas...", han sido las respuestas obtenidas cuando uno "quería y podía hacer".

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En cualquier caso, esa es mi historia. Las suyas son otras. Su frescura, su orginalidad, su amistad, el "poder hacer", "el querer hacer", o su ilusión, son partes de su presente. Yo, quizás haya perdido alguna con el paso de los años.

Mucha suerte, chicos.

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Buena Cortesía