Siempre hay una acción y una reacción, un avance y un retroceso, una elevación y una caída, un triunfo y una derrota. Oscilamos del nacimiento a la muerte, de la actividad a la inactividad, y de nuevo comienza el ciclo.
La noche sigue al día, el verano al invierno y de éste a aquel.
Por tanto no hay nada en reposo, como leí en cierta ocasión a un filósofo, "lo único que es constante...., es el cambio".
Estamos sometidos según parece a un ritmo. No lo digo yo. Lo hasta aquí contado lo formuló Hermes Trismegisto, el elegido de los dioses y gran maestro egipcio, cuya filosofía quedó recogida en Los Siete principios herméticos, existencia que me fué dada a conocer en una de esas apasionadas charlas que suelo mantener con mi queridísima cuñada Marisa.
Analizando lo ocurrido durante éstas dos semanas en las que he pasado de un salto de 0,20m a 1,50m, -ha entrado mucha gente a "Cortesía"- y el principio de oscilación de Hermes no dejo de preguntarme....¿el porrazo será doloroso?, ¡no he llegado a 2,20m, puedo estar tranquilo todavía, sólo serán pequeños rasguños!, ¿o ... por mucho que lo intente no lograré saltar mas?.
La solución a ésta oscilación según Hermes es impedir que tus estados o modalidades mentales negativas no te afecten.
Es decir compensar, contrabalancear. En definitiva, Equilibrar lo positivo con lo negativo.
Estoy muy lejos de descifrar y entender la ley de compensación que describe. Lo único que se me ocurre para obtener ese Equilibrio es...... trabajo, constancia, perseverancia, trabajo, constancia, perseverancia...... y sobre todo Curiosidad. El espíritu de la vida consiste en eso, en ser curioso.
En todo caso y por si acaso, cambiaré esos sacos de tierra de la fotografía por una buena colchoneta como esas de los Juegos Olímpicos.
Buena Cortesía
1 comentario:
Muy interesante. Y eres Aries, como yo!!
Publicar un comentario