HOY HE VUELTO al trabajo. Parafraseando a Emilio Duró, he apretado los puños, he hechado los hombros hacia atrás y dando unos pequeños saltitos, he gritado: ¡SIIIII!, ¡YO PUEDO! ¡Voy a comerme el mundoooo!.
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Dicho y hecho. He entrado por la oficina como un vendaval dando besos a diestro y siniestro, estrechando manos y dando palmadas en los hombros. ¡SIIII!
Como se dice en la portada de éste libro: ¿Qué es un hombre sin energía?. Nada, absolutamente nada.
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No penséis que me lo he leído ésta última semana para preparar mi vuelta. No. Me lo leí allá por el mes de julio, justo antes de irme de "vacances".
El autor -Jon Gordon-, nos enumera las Diez Reglas a cumplir para llenar de energía positiva nuestra vida.
Se trata de una entretenida historia que comienza cuando George, -su protagonista- tiene un día aciago en el cual todo le sale mal. ¿Os suena, verdad?. Forzado a tomar el autobús para ir al trabajo, se encuentra con un peculiar conductor que pronto le hará replantearse muchas de las cosas que hace en su vida y le aconseja que lleve a la práctica, una serie de reglas:
- Regla nº 1:Tú eres el conductor de tu bus.
Este es tu bus de la energía. Tu eres el conductor. ¿Sabes que puedes llevar tu bus a cualquier sitio adonde quieras ir?. Puedes llevarlo al cine, a la playa o al Polo Norte. Sólo di adónde quieres ir y cree que así será. Porque cada viaje y cada trayecto empieza con el deseo de ir a algún sitio y hacer algo, y si tienes un deseo, también tienes el poder de lograr que se haga realidad.
- Regla nº 2: Deseo, visión y concentración llevan tu bus en la dirección acertada.
Sin concentración no se construyen edificios, no se pintan cuadros y la energía se desperdiga. La ley de la atracción dice que cuanto más nos centramos en algo, más pensamos en algo y por tanto más presente se hace en nuestra vida.
¿No os ha pasado alguna que cuando estáis embarazadas, solo veis embarazadas?. O cuando te compras un coche nuevo, empiezas a verlo por todas partes....Cuanto más lo veas, más probable es que suceda.
- Regla nº 3: Alimenta tu viaje con energía positiva.
Cuando se te amontone el trabajo encima de la mesa, piensa en lo agradecido que estás por tener un trabajo cuando hay tantos en el paro. Cuando el trabajo te vuelva loco, piensa en el hecho de que tienes salud para trabajar. Donde hay algo negativo, siempre hay algo positivo. Donde hay una nube, siempre está el sol brillando detrás. ¡Ojo!, porque allí donde haya un vacío, la negatividad lo llenará, así que debemos seguir alimentándonos con energía positiva para que la negativa no tenga espacio para expandirse.
- Regla nº 4: Invita a otros a subirse a tu bus y comparte con ellos tu visión de la carretera que tenéis por delante.
Cuantas más personas recojas por el camino en tu bus, más energía crearas durante el viaje.
- Regla nº 5: No malgastes tu energía en los que no se suben a tu bus.
Algunas personas se subirán a tu bus y otras no. No te preocupes de los que no se suban. No malgastes tus energías en ellos. No intentes hacer que suban. No puedes conducir el bus de nadie más. Los vendedores lo saben muy bien. Si se dejan atrapar por los rechazos, pierden la energía para buscar nuevos clientes y pedir a otras personas que suban a su bus.
Hasta aquí las cinco primeras reglas. Dejadme que os deje con la mosca detrás de la oreja. A final de ésta semana, las otras cinco y una recomendación que seguro que os gustará.
Me están pitando, tengo mi bus en doble fila.
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Buena Cortesía
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