La semana pasada tuve oportunidad de asistir a la charla que bajo el título “Hacer realidad la Innovación. Experiencias compartidas”, impartió Borja Baturone dentro del ciclo conferencias organizado por IberCaja Zentrum. El pistoletazo de salida de la sesión, lo originó la pregunta ¿Por qué es importante la innovación colaborativa? El ponente basó su explicación en Ley de la supervivencia que formuló Darwin:
“In the long history of humankind (and animal-kind, too) those who learned to collaborate and improvise most effectively have prevailed.”
Que viene a decir, que en la larga historia de la humanidad, aquellos que aprendieron a colaborar e improvisar con mayor eficacia, han sido los que han prevalecido.
Sin embargo, no es fácil innovar. Menos de la mitad de los que consideran que la innovación es importante, están satisfechos con el retorno de su innovación. El ratio de éxito de cualquier iniciativa de innovación en todos los sectores se encuentra por debajo del 5%. Pero, ¿qué es realmente la innovación?
1.- “Creatividad aplicada que aporta valor”.
2.- Y, ¿qué es Creatividad? "Nuevas conexiones”.
En definitiva, nuevas conexiones que aportan valor. Pero, ¿cómo se pueden originar esas nuevas conexiones?
La existencia de dos mundos cíclicos.
Vivimos en dos mundos. El mundo operacional basado en la toma de decisiones, procedimientos y normas, y el mundo de Innovación, sustentado en la especulación, la curiosidad o el pensamiento creativo. Ambos, aunque cíclicos, son distintos. El primero, intenta “evitar sorpresas”. El segundo, las intenta “fomentar”. Como vemos, dos mundos, dos formas de pensamiento, dos formas de actuar que hay que compatibilizar.
Debemos conseguir que exista una conexión entre ambos mundos. Para explicarlo el ponente se baso en el ejemplo de una bicicleta. Los radios que conforman la rueda trasera simularían a lo predecible, a lo racional, a la rutina, al SI o No, a lo analítico o a lo sistemático. Mientras que los radios de la rueda delantera, conformarían la sorpresa, la búsqueda de alternativas, lo experimental o lo creativo.
¿Recuerdas como vas en bici?. Cambias de dirección con la rueda delantera, la mueves si tienes que esquivar algún objeto, o la levantas si tienes que subir un bordillo. Sin embargo, con la trasera no nos percatamos. No la tenemos en cuenta, pero contamos con ella. Sabemos exactamente lo que va a hacer. No hay que manejarla. Deber seguir en todo momento a la delantera.
Valiéndonos del ejemplo de la bicicleta, debemos encontrar la manera de unir esos mundos en la empresa. Al igual que se cuida y se insufla aire constantemente a la rueda trasera en materia de RRHH, Calidad, Prevención, Producción, Logística o Marketing, también debemos insuflar y cuidar la rueda delantera de la innovación, que probablemente nos valga para cambiar de dirección o para subir un bordillo. Si ésto no lo hacemos, corremos el riesgo de que, -por falta de aire o por un inoportuno pinchazo- nos "esmorremos" y salgamos despedidos por encima del manillar.
Buena Cortesía
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