¿Porqué nos hacemos siempre esa pregunta cuando ya no queda otra?. ¿Porqué no somos capaces de formularla con anterioridad, cuando todo va bien, cuando no hace falta?.
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Cuando me propusieron el título de la charla que tenía que dar, dentro del Máster Universitario en Iniciación a la Investigación en Medicina, dudé de si lo que se pretendía era que hablara de lo que hay tras la vida terrenal, o de qué hacer cuando alguien se deja las llaves de esa "casita fantástica de pueblo" en su interior, en un magnífico día festivo en el que todos sus familiares, amigos y vecinos se han ido de puente, y en el que para más inri, ¡no hay cobertura!. ¿Por qué no pensé nunca en un plan B?. Hubiese sido simple: llevar dos juegos de llaves encima...
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¿Por qué nadie piensa en los "Planes B"?. ¿Por qué nos acordamos de Santa Barbara, sólo cuando truena?. ...Volviendo al título de la charla; me dijeron que podía cambiarlo, pero tras pensar en aquel magnífico "puente" desperdiciado, la luz me iluminó y me mostró el camino.
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Una sola pregunta puede tener muchas posibles respuestas. Como dijo no se quién, el número 7 es consecuencia de la suma del 2 y el 5. Pero también del 1 y el 6. Y del 3 más el 4. Y del 1 más el 3 y el 3. Y del 7 y el 0....
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Cuánto antes sepamos las posibles opciones y nos adelantemos a esa "pregunta límite", mejor que mejor. El título de la presentación, ya lo conocéis. Las posibles respuestas... a continuación. El conocimiento también debe de tener un "Plan B".
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Para quién no pueda ver la presentación, en el siguiente link la podrá encontrar:
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Buena Cortesía
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